6 oct 2021

Spring Ready-to-Wear 2022: Milano

A algunos meses de celebrar dos años de pandemia, los aires de “nueva” normalidad se vivieron en las calles de Milán dentro de las exclusivas pasarelas con sana distancia entre los asistentes, el uso del accesorio del momento, el cubrebocas y los glamourosos after party donde todo protocolo COVID parecía desaparecer, me siento con la ilusión de hablar de moda sin la limitación de conservar las tendencias y los looks en la pasarela y nunca verlos en acción.

Durante la semana de la moda en capital del diseño se presentaron distintos formatos de pasarela, desde la presentación simultanea de Prada, Milano-Shanghai, la oda del icónico aperitivo milanés por MM6 Maison Margiela con comensales reales, hasta la sorpresiva y no ta innovadora -Balenciaga y Gucci lo hicieron anteriormente- colaboración de la casa romana por excelencia (Fendi) y la legendaria casa milanesa (Versace) quienes engendraron “Fendace” por una noche, en su presentación Pre-Fall.

La silueta femenina predominó las pasarelas, los volantes y plisados inspirados en las diosas griegas, el color rosa, los tonos pastel y bordados fueron algunos de los elementos estereotipados de feminidad, sin embargo estuvieron complementados por tendencias y escenas que revolucionaron la moda femenina a través de la historia, como el icónico power suit representado en todas sus versiones siluetas, colores y textiles, las mini faldas, la liberación del corset y del brassiere, además de una evidente sensualidad al mostrar piel, principalmente el abdomen, con múltiples cortes en la cintura en las prendas. El bikini top fue una de las piezas estrella destronando a las camisas, blusas, t-shirts se convirtió en la básico de la temporada. El aire de erotismo fue representado a través de encajes, vinilos, transparencias, los cuales derrocharon sensualidad, pero una sensualidad no vulgar, sin afán de “provocar”, una sensualidad poseída por quien y para quien portaba las prendas, enfatizó el hecho de que nosotras somos dueñas de nuestras sexualidad y esta no le pertenece a nadie más, nos vestimos para nosotras mismas, una nueva feminidad.

El choque de estilos destacó por su presencia, los estilistas de cada casa hicieron referencia a distintas culturas, movimientos artísticos, influencias sociales, textiles, siluetas y patrones de distintas décadas y lo combinaron entre sí creando un poco de irreverencia pero una estética única sin crear una “tendencia” -por así decirlo- mas sin embargo propusieron creatividad y un choque visual que al contrastar de esa manera el resultado es extremadamente estético.

Algunos de los estilos que se pudieron apreciar fueron las vibras “groovy” de los 60 con los pañuelos, tejidos y mini faldas. La presencia del textil que cambió el rumbo de la moda: la mezclilla, en todas sus versiones, chamarras, jeans, hasta su presencia en prendas irreverentes. Los aires futuristicos con prendas metalizadas. Los neones de los 80, la influencia grundge, el deseado print de margaritas y los chuncky shoes de los 90 además del imponente estilo del icónico personaje que representó Meg Ryan en When Harry Met Sally en contraste con un minimalismo nipón, algunas piezas deconstruidas, finalizando con un toque Western por aquí, un poco de Disco por allá con una dosis de camuflaje más unas gotas de animal print y entnicidad.

La década que realmente dominó la pasarela fue el Y2K o el milenio con los halter tops, las mariposas volando, el pink metalizado, la purpurina, brillos y flecos por doquier, el no tan anhelado regreso del low rise, el vestido sobre pantalón, las gafas de colores y las mini micro faldas, que nos teletransportaron a la memorable época donde la revolucionara Paris Hilton, Jlo, Destinys Child y The Matrix eran nuestras principales influencias de estilo y vivimos la transición -y muerte- de MTV cuando migró de la música al reality tv y la gloria de los flip phones.