El domingo concluí la segunda semana de entrenamiento para el medio maratón con una carrera larga de 12km, los doce más ricos que he corrido desde hace un tiempo, me sentí como una pequeña gacela imparable. Llevaba tiempo sin perderme así en una carrera, entre el trabajo y un millón de cosas que invaden mi cabeza suele ser complicado dejarme llevar pero esta vez decidí que: ¡no más!, debo de ser fuerte y perderme en ese momento que es tan importante para mi. En ingles se le dice “zone out” a ese mood en el que ya no te das cuenta que vas corriendo, llevas un ritmo perfecto que te permite llegar a un punto de meditación. Sí, yo medito mientras corro, dejo fluir la sangre, el oxigeno y me pierdo en el momento.
Llegar a ese ritmo se lo atribuyo totalmente al hecho de que tuve casi perfect week, sólo me falto un día de entrenamiento, llevaba un tiempo sin hacerlo, es impresionante como el cuerpo va recordando y ganando condición, al cabo de algunos días se puede sentir la diferencia.
El entrenamiento que estoy haciendo en esta ocasión mezcla un día de caminadora con tres de calle e idealmente dos de fuerza, por lo tanto son días pesados pero vale totalmente la pena hacer el esfuerzo de lograr una semana perfecta ya que el cuerpo y la mente lo agradecen.
Debo decir que yo sentía un poco de ansias de correr en caminadora, ya que me recordaba a mi vida sedentaria, en la cual caminaba por horas mientras veía una serie, “haciendo cardio para enflacar”, agradezco mi fuerza de voluntad y haber dejado atrás la mentalidad de ejercitarse para estar flaca, hoy en día todo el ejercicio que hago es por salud y placer, el placer de respirar y conectar con lo que hay a mi alrededor. El día que me monté en la caminadora después de mucho tiempo sentí una conexión distinta y para nada desagradable, me dejé llevar por el entrenamiento y cuando menos lo esperé estaba disfrutando de cada zancada. Pienso que más que una mala experiencia en el gimnasio tenia miedo a recordar la sensación de debilidad al estar en una caminadora y no conocer la capacidad de mi cuerpo, lo maravilloso que es y lo que puede lograr con el entrenamiento adecuado.
Durante este proceso todo está conectado, cada paso que das, cada inhalación y exhalación, el estado de ánimo, la fuerza de voluntad de despertar cada día , todo, y gracias a ello los avances se pueden apreciar fácilmente ya que el cuerpo va mejorando a la par, entrenar y tener una menta frente a nosotros es el mejor motor para ser mejores cada día, algo que busco aplicar también en mi vida profesional y personal para dar lo mejor de mi en todos los aspectos.
Comments