Hace un par de meses cumplí 30 años, la verdad es que yo siempre quise ser grande y vi la edad como un número pero a pesar de ello los 30 si fue un número que me pesó un poco, en este preciso momento no, pero si fue un proceso de adaptación, crecimiento y apreciación para mi.
Desde hace casi diez años comencé a cuidar mi piel, es muy poco para los 15 años que tengo de conciencia real sobre la importancia de cuidarse pero es cierto que nos pasamos nuestra adolescencia buscando divertirnos y no pensamos en las consecuencias de nada.
Es por ello que hasta que cumplí 21 años por primera vez viví las consecuencias de no cuidarme y fue gracias al estrés, la mala alimentación y falta de sueño que a esa temprana edad me detectaron vitíligo, una enfermedad que produce manchas blancas por todo el cuerpo, principalmente donde hay glándulas como la cara y las axilas y tuve que aprender a cuidarme del sol.
Yo solía ser una pequeña lagartija que aspiraba broncear su blanca tez pero la realidad es que con los años he ido apreciando mi piel blanca como la porcelana.
Además de tener un tono pálido de piel también cuento con un set de pecas que me cubren toda la cara, las cuales siempre he amado gracias a la poética frase que me solía decir mi tía: “eres tan especial que el sol se para darte besitos, por eso tienes tantas pecas” hoy en día la gente hasta se las pinta con lápiz, (que bueno que nunca hice nada para eliminarlas) ridículas “tendencias” de belleza.
El año antepasado hice un post sobre mi rutina de cuidado de la piel y descubrí hace poco lo ridícula y básica que era, (benditos 30) ahora que he alcanzado la madurez la cambié y adecué a mis necesidades con ayuda de mi dermatólogo y el impulso de una amiga que tiene el cutis impecable.
Se las comparto, pero recomiendo que si buscan mejorar su cuidado de belleza vayan con un dermatólogo, ya que es importante que esta sea creada en base a sus necesidades; la finalidad de mostrarles mi rutina es invitarlos a cuidar su piel y aceptar sus características únicas e imperfecciones, ya que estas los hacen las personas que son.
Para acompañar esta rutina decidí hacerme un shoot de selfies (soy malísima) al natural, con la cara como al tengo sin retoques, sin pena, sin esfuerzo, sin maquillaje (agregué un poco de lipstick), como la llevo todos los días.
Debo decir que me siento afortunada por mi tipo de piel pero nadie está exento de los granitos por ello deje uno que tengo en alguna de las fotos.
Espero les inspire a aceptar su piel tal y como es y a nutrirla como de debe, finalmente es el órgano más grande de nuestro cuerpo.
1# LIMPIEZA
2# VITAMINAS
3# SERUM
4# HIDRATACIÓN
5# LINEAS DE EXPRESIÓN
6# PROTECCIÓN